El fallo de la sala condena a la compañía fabricante del acelerador, General Electric, a pagar 415 millones de pesetas como indemnización a los familiares de los fallecidos y a los heridos causados por el fallo del aparato. También condena a seis años y un día al técnico encargado del mantenimiento.

"En este caso", añadió el ministro, "ha quedado demostrado que fue u defecto en el mantenimiento de la casa, que lo tenía encomendado".

José Antonio Griñán aseguró que su mimisterio vigilará con mayor atención las contratas de mantenimiento de los sistemas de protección del aparataje "peligroso que se utiliza en la sanidad".

"Por parte el Insalud", explicó, "se han puesto siempre todos los madios para que no suceda ningún accidente como el ocurrido en Zaragoza".