Griñán pide a TVE espacios para informar sobre la enfermedad ------------------------------------------------------------
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Miembros del Comité Anti-sida de España, del Grupo de auto-apoyo de portadores del VIH y enfermos de sida ("El ciempiés"), Médicos del Mundo, de la Radical Gay, de la Consejería de Salud de la CAM, entre otros, celebraron hoy en la Puerta del Sol de Madrid el "Día mundial del sida".
Unos repartían preservativos y lubricantes solubles en agua ("no uses vaselinas o cremas a base de aceites, rompen el preservativo", decían), otros abogaban or el "sexo limpio y la fidelidad"; todos, por una mayor información sobre el sida, la prevención contra el contacto y, sobre todo, por la comprensión hacia los enfermos.
A la Puerta del Sol acudieron desde primera hora de la mañana numerosos políticos, famosos y ciudadanos. El presidente de la CAM, Joaquín Leguina, acudió a la carpa del comité anti-sida sobre las once de la mañana y prometió que leería toda la información "para poder llevar la banderita roja", que caracteriza a los que se comprometena informar sobre la enfermedad y muestran su solidaridad con los enfermos".
El ministro de Sanidad, José Antonio Griñán, que acudió a la Puerta del Sol caminando pasada la una de la tarde, insistió en que la solidaridad y la política de prevención contra el sida "es más una responsabilidad de la ciudadanía que del ministerio".
Griñán pidió a Televisión Española que le conceda espacios gratuitos para informar sobre la enfermedad, por considerar que las "campañas publicitarias son muy caras de afrotar" desde el ministerio.
También acudió al corazón del centro madrileño el jugador de baloncesto del Real Madrid Fernando Romay, que insistió en que "hay que aprender a vivir con esta enfermedad como si se tratara de otra, con cuidado y sin desterrar a los enfermos".
ENFRENTAMIENTOS CON TACTO
Juntos pero no revueltos se concentraron hoy frente a la sede de la comunidad portadores y no portadores, "gays" y heterosexuales, partidarios del amor libre y de la abstinencia, católicos por la fidelida conyugal y no confesionales por la información sobre el sexo seguro.
Los componentes del Comité Ciudadano Anti-sida repartían información y preservativos, mientras un grupo universitario católico advertía sobre la insuficiencia de este método. Teresa, universitaria, decía que "si el preservativo no detiene a un espermatozoide, ¿cómo detendrá al virus del sida, 500 veces más pequeño?", mientras los más jóvenes, que guardaban cola para adquirir preservativos afirmaban que "lo que interesa es el materia".
Fernando Aragón, de la Radical Gay, aprovechó la jornada para reivindicar el "crónico olvido institucional" a los derechos de los homosexuales y los toxicómanos y denunciar lo que, en su opinión, es "la indiferencia de los gobiernos ante la pandemia" del síndrome.
En algún momento se calentaron los animos entre partidarios del uso del preservativo para prevenir la enfermedad y los que no lo consideran eficaz. "Mentira, mentira, todo mentira", decía una mujer que portaba a un niño, mareado por a energía de su madre, "se contagia igual con condón que sin él". "Esto es una prevención pero si lee la información verá que hay que tomar otras precauciones", le explicaba Ana, del comité.
Los responsables de los colectivos y asociaciones insistían en que el sexo no hiciera olvidar la solidaridad con los enfermos y los toxicómanos. Muchos de los presentes en la Puerta del Sol tenían algún amigo enfermo o alguien fallecido por el sida, a quien recordar hoy.
(SERVIMEDIA)
01 Dic 1992
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