Griñán aseguró que, en virtud de ello, es preciso "dar una cierta estabilidad a las empresas para que puedan crear empleo", y que en esa línea está pensado el contrato de aprendizaje con un sueldo del 70 por ciento del salario mínimo.

El ministro aclaró que el contrato de aprendizaje va dirigido sólo a jóvenes que "no tienen ninguna cualificación", a fin de que adquieran la fomación suficiente para desempeñar un oficio.

A su juicio, es una alternativa clara al paro de estos jóvenes "porque ante una situación de igualdad en el mercado, ningún empresario contrataría a un jóven sin ninguna titulación, pudiendo contratar a un joven cualificado y formado".