Griñán indicó que esto es posible gracias a la fase de recuperación económica que atraviesa España y agregó que, lejos de tratarse de un pronóstico demasiado audaz, es "un objetivo que es perfectamente alcanzable, realista e incluso algo conservador", ya que está valado "por la historia y por las reformas estructurales que estamos haciendo".

"Este año tiene bastantes rasgos similares a los que tuvo 1985 o 1986", señaló. "A partir de ahí los tres años siguientes, 1986, 1987, 1988, en España se creó 1.100.000 puestos de trabajo. Si partimos desde el año 1986, en España se crearon un millón y medio de puestos de trabajo durante 1987, 1988 y 1989".

"Por tanto", continuó, "hacer una previsión a partir de 1994 para 1995, 1996 y 1997, considerando el empleo que e puede crear, no es, en absoluto, una previsión optimista, es una previsión que está avalada por la historia", explicó.

Sobre la reducción del paro en junio, resaltó que lo importante no es tanto el descenso de ese mes, sino la disminución a lo largo del primer semestre del año en 60.000 personas, mientras que en el mismo periodo de 1993 el paró aumentó en 160.000 personas.

A su juicio, "estamos en un momento de recuperación de empleo, tímido, todavía corto, pero que debemos consolidar en los prximos meses para afrontar mejor los retos del futuro".

El ministro de Trabajo manifestó que el principal objetivo de los Presupuestos Generales para 1995 es el empleo, y para estimularlo se tiene que reducir el déficit público, asegurar la protección social y fomentar la actividad productiva.