Según indicaron las citadas organizaciones en un comunicado, "las actuaciones en el Mar Menor no se han caracterizado hasta ahora por dar prioridad a la conservación de los valores naturales de este entorno".

"Las organizaciones ecologistas llevan años luchando por la preservación de este espacio, cuya situación es crítica", continúan.

En este sentido, añaden, la iniciativa del Ministerio de Medio Ambiente de elaborar un Plan de Acción para el Mar Menor es "un gran paso", pero las organizaciones conservacionistas consideran que este plan debe ser "más ambicioso y no sólo quedarse en un documento de diagnóstico, sino perseguir la recuperación de los espacios degradados y la biodiversidad que se ha perdido en las últimas décadas".

A su juicio, este plan debe igualmente limitar drásticamente el crecimiento urbano y otros sectores de gran impacto ambiental.

Las organizaciones de defensa de la naturaleza destacan una de las propuestas solicitadas a la Administración del Estado: la compra y expropiación de terrenos urbanos en La Manga del Mar Menor y la demolición de algunas construcciones en las zonas con más potencialidad para la recuperación de arenales, priorizando sobre aquellas limítrofes con los últimos tramos de playas aún sin urbanizar.

La compra de terrenos en otros puntos de la ribera del Mar Menor, argumentan, podría evitar su urbanización y potenciar la recuperación de espacios naturales y corredores ecológicos.