En la reunión, estuvieron presentes el director de la central, Juan Vicente Llinares; el director general de Explotación de Unión Fenosa, Elías Velasco; y Carlos Bravo de Greenpeace.

Carlos Bravo solicitó a los responsables de Zorita que opten por el cierre de la nuclear y destinen la inversión prevista para su reparación a programas de ahorro energético.

El pasado 28 de marzo Greenpeace realizó un acto de protesta nte la sede de Unión Fenosa, propietaria de la nuclear, en Madrid. Los ecologistas, que escalaron la marquesina situada a la entrada del edificio, pretendían entrevistarse con los responsables de la compañía para entregarles una serie de informes.

Fuentes de Unión Fenosa manifestaron a Servimedia que con este encuentro los propietarios de Zorita satisfacen el deseo mostrado entonces por Greenpeace.

Carlos Bravo entregó a Juan Vicente Llinares y Elías Velasco un informe realizado por Greenpeace sore los problemas de agrietamientos aparecidos en algunas de las centrales que fueron equipadas por Westinghouse.

Carlos Bravo indicó que tras 26 años funcionando "Zorita ha agotado su vida útil. Sin embargo, los propietarios de la planta tienen la intención de volver a ponerla en marcha".

Tanto Juan Vicente Llinares, como Elías Velasco mostraron al representante de Greenpeace la intención de Unión Fenosa de alargar la denominada "vida útil" de la central hasta los 40 años.

El Consejo de Seguidad Nuclear (CSN) espera que durante los últimos días, la compañía propietaria termine de entregar a este organismo toda la información que se le ha requerido sobre la central nuclear para dictaminar al respecto.