El sistema de pesca con redes de deriva es, según Assumpta Gual, "un sistema no selectivo" ya que aunque las redes están diseñadas para capturar peces espada, éstos constituyen menos del 20%, "alrededor de un 17% de lo que queda en las redes solamente".

Los pesqueros suelen arrojar el resto de los pees (bonito, atún...) por la borda "una vez muerto". "Estamos hablando de una pesca en la que para capturar dos se están despilfarrando ocho", denunció.

Además, la pesca con redes de deriva está teniendo un grave impacto sobre las poblaciones marinas ya que, por ejemplo, "en las últimas temporadas de pesca, han aparecido 34 cachalotes muertos con el cuerpo cubierto de redes".

REDES ILEGALES

Los pescadores y los miembros de la asociación ecologista coinciden en que las redes utilizadas en este sitema son "completamente ilegales" ya que la ley comunitaria e italiana establecen una longitud máxima de red por embarcación de 2,5 kilómetros "pero se están calando redes de 12,15 km. por embarcación, algunas veces 15 e incluso hay pesqueros que están calando 20 kilómetros de red cada noche".

Pescadores y ecologistas también coinciden en que la única solución posible para solucionar los problemas que plantea la utilización de redes de deriva es "una prohibición total puesto que el reglamento actual iduce al fraude".

"España y Grecia están apoyando una prohibición y Alemania apoyaría una prohibición, de forma que hay un número cada vez más elevado de países de la Unión Europea que lo apoyan, sobre todo si de la propuesta de la comisión se excluye el mar Báltico que en estos momentos está incluído", explicó Gual.

Los miembros de Greenpeace se reunirán en alta mar, posiblemente esta noche, "a partir de las diez", con otro grupo de palangreros que no han podido acudir a la reunión y "allí decidiemos lo que vamos a hacer".