Así lo aseveró a Servimedia Mario Rodríguez, responsable de Campañas de Greenpeace, quien recomendó al Gobierno establecer cuanto antes medidas drásticas y reales para frenar el consumo de agua en un país que padece cíclicamente las consecuencias de la sequía.

En este sentido, Rodríguez alertó de que las sequías en España suelen extenderse a lo largo de tres o cinco años consecutivos. "Estaríamos ahora en el primer ciclo y todavía no se han tomado las medidas drásticas que exige esta realidad", subrayó. "Hay que recortar el consumo de agua, un recurso escaso y maltratado".

Tampoco se puede permitir, añadió, que un país afectado por la sequía siga construyendo campos de golf, mantenga 500.000 pozos ilegales, unas redes de regadío y distribución de agua obsoletas -donde se pierde un tercio del agua- o que no se cumpla la directiva sobre calidad de las aguas y de depuración de aguas residuales. "Es una situación fuera de control en un contexto adverso que exige medidas firmes", resumió.

En su opinión, el problema del agua en España no se resolverá con las desaladoras, con nuevos embalses o trasvases. "El problema es cambiar la cultura de consumo de agua que se sitúa entre 200 y 250 litros por habitante al día". "Estamos entre los cinco o seis países del mundo que más agua consumimos", lamentó.

VALENTIA POLITICA

La mejor forma de disuadir a los consumidores sobre el consumo abusivo es a través del precio, reconoció Rodríguez. En este sentido, explicó que el precio actual del agua en España no alcanza los 0,1 euros por hectómetro cúbico, frente a los 0,3 euros por hm3 establecido en Alemania.

La propuesta mínima de Greenpeace sería al menos triplicar el precio vigente ahora en España y alcanzar el nivel de los países del centro de Europa. "No se puede estar pagando el agua a un precio ficticio y que no disuade al consumidor de que es un recurso escaso", señaló. "Es la única forma de internalizar los costes ambientales: darle al agua un precio real y justo".

Sobre la actuación del Gobierno y del Ministerio de Medio Ambiente para afrontar la escasez de lluvias, Rodríguez señaló que, "al menos" admite el problema. "Ahora queda que tome medidas concretas y drásticas aunque sean impopulares", agregó.

"Ser conscientes de que el recurso agua es escaso y está maltratado y de que no se puede seguir adelante con el modelo actual. Hace falta valentía política para abordar el problema", concluyó.