La propuesta fija un objetivo del 30% de energías renovables sobre el consumo final bruto de energía en 2020 para alcanzar el 80% en 2050, y parte del reconocimiento del "carácter estratégico" de estas energías para afrontar los impactos del cambio climático y la seguridad de suministro.

Además, recoge una trayectoria para alcanzar esta meta y otros objetivos, como un 80% de climatización de edificios con renovables en 2050 y un 10% de energías renovables en el transporte para 2020.

APPA y Greenpeace creen que este texto, presentado esta mañana en Madrid, es "la herramienta necesaria" para la transposición de la nueva directiva europea de renovables a la legislación española.

En ella se incentiva el autoconsumo de energía renovable y se prevé la declaración de utilidad pública de las instalaciones de energías renovables y la simplificación de los procedimientos administrativos.

"La oportunidad de liderar la nueva 'economía verde' no puede desaprovecharse si se piensa en el futuro y en nuestra economía, y una posición de liderazgo exige asumir objetivos ambiciosos y un marco regulatorio favorable, como propone esta ley", afirmó el director ejecutivo de Greenpeace, Juan López de Uralde.