GREENPEACE PIDE QUE SE REABRA EL CASO E LOS ACCIDENTES DE ELF EN BURGOS, QUE PROVOCARON EMISIONES TOXICAS EN 1993

MADRID
SERVIMEDIA

La asociación ecologista Greenpeace ha solicitado a la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León que reabra las diligencias para depurar responsabilidades en los accidentes ocurridos el año pasado en la factoría de Elf Atochem de Miranda de Ebro (Burgos), que provocaron diversas emisiones de sustancias tóxicas.

Durante 1993 se produjeron en esa fábrica de policloruro de viilo (PVC) varios percances de distinta naturaleza que tuvieron como consecuencia los escapes a la atmósfera de cloruro de vinilo, dioxinas, polvo de PVC y otras sustancias contaminantes del entorno.

Según los ecologistas, tanto el cloruro de vinilo como las dioxinas son cancerígenas, y un estudio realizado por la Agencia de Medio Ambiente de Estados Unidos el pasado mes de septiembre demuestra que las dioxinas dañan los sistemas inmunológico, reproductor, endocrino y nervioso.

Los análisis realizdos en la Universidad de Exeter de una muestra del polvo de PVC recogido durante el accidente ocurrido en la factoría de Miranda de Ebro, muestran la presencia de tolueno y limoneno, dos sustancias que dañan la salud.

Greenpeace asegura que la denuncia que presentaron ante la fiscalía en abril de este año, así como las numerosas quejas y peticiones de información por parte de las asociaciones ecologistas y de vecinos de Miranda de Ebro, se archivaron sin llegar a depurarse responsabilidades.

"Estmos observando la repetición de graves accidentes en empresas químicas españolas, que no son sancionadas hasta que ocurren daños irreparables sobre la salud humana", declaró el abogado de Greenpeace, José Manuel Marraco, que reclamó que se refuerce el carácter preventivo del Derecho Ambiental.

(SERVIMEDIA)
11 Nov 1994
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