Greenpeace recordó al jefe del ejecutivo que dos de las principales consecuencias de la pesca de arrastre en fondos ilegales, practicada por algunas embarcaciones en la Comunidad Valenciana, son la destrucción de las praderas de posidonia y la captura de peces inmaduros.

El veran pasado la organización ecologista presentó dos informes en los que se constataba que la venta de pescado ilegal es una práctica habitual en esta comunidad. En quince horas de trabajo, los Grupos de Apoyo detectaron pescado que no cumplía la talla reglamentaria en 67 establecimientos.

Los ecologistas mantienen que hace falta "una verdadera voluntad política de los máximos responsables para erradicar definitivamente este problema de nuestras costas".

Según Greenpeace, la falta de coordinación entr el Gobierno central y las comunidades autónomas dificulta la erradicación de la pesca de inmaduros.