Representants de Greenpeace se entrevistarán con Bono y aportarán documentación sobre las deficiencias de Zorita, que, a juicio de los ecologistas, justifican el cierre de la central.

Según Greenpeace, el 27 de junio se descubrió un nuevo fallo que afecta al tanque de almacenamiento de agua de recarga. Unión Fenosa, compañía propietaria de Zorita, comunicó ese mismo día al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) que se habían alcanzado temperaturas máximas de 35º y 36ºC en el tanque de almacenamiento de agua de recarg, cuando el límite permitido por el Estudio Final de Seguridad es de 32ºC.

Para esta organización, las "nuevas irregularidades" que se han detectado en Zorita desde principio de año demuestran un reiterado incumplimiento de sus bases de diseño y la vulneración del Estudio Final de Seguridad.

Greenpeace recuerda que el pasado mes de mayo también solicitó una reunión con Adolfo Suárez Illana, candidato del PP a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, encuentro que aún no se ha producido.

"Pedimos a Suárez Illana que abra los ojos ante el grave problema que supone para Castilla-La Mancha y toda España mantener en funcionamiento una central tan peligrosa como Zorita", declaró Juan López de Uralde, director ejecutivo de Greenpeace.

"Si Suárez Illana decide dialogar con Greenpeace, podemos aportarle abundante documentación que demuestra que Zorita supone un riesgo para la población y el medio ambiente", añadió el portavoz de Greenpeace.