Los activistas desplegaron una pancarta frente a la embajada, en la que se podía leer "BUSH: STOP CO2", y entregaron una carta dirigida al embajador norteamericano para que transmita al presidente Bush el rechazo a su actitud por parte de la organización ecologista.

Por otro lado, los ecologistas han eniado una carta al presidente del Gobierno español, José María Aznar, en la que le piden que los jefes de Gobierno de la UE, que se reunen a partir de hoy en Estocolmo, reaccionen con fuerza para salvar el protocolo de Kioto.

Bush ha abandonado sus promesas electorales de reducir las emisiones de dióxido de carbono de las centrales térmicas de EE.UU., que habían sido ratificadas, a principios de este mes en la reunión de ministros de Medio Ambiente del G-8 en Trieste (Italia), por la nueva directora dela Agencia de Protección Medioambiental norteamericana, Christine Whitman.

Según el responsable de la campaña de Energía y Cambio Climático de Greenpeace España, José Luis García Ortega, "cuando pones a dos hombres del petróleo en la Casa Blanca, esto es lo que te puedes esperar", en referencia al historial de Bush como empresario del petróleo en Texas y a la larga carrera del vicepresidente, Dick Cheney, en la industria del petróleo.