En un comunicado difundido hoy a través de la web internacional de Greenpeace, esta organización señala que "vamos a demandar a la compañía energética Areva y a su filial Socatri por contaminar el agua y por el abandono ilegal de depósitos de residuos".

Greenpeace denuncia específicamente los accidentes e irregularidades ocurridos en la instalación nuclear de Tricastin Pierrelatte durante el pasado mes de julio, que motivaron la apertura de una investigación por parte del Ministerio de Medio Ambiente francés sobre la calidad de las aguas en el entorno de la central. "Nuestro propósito", añade el comunicado, "es sacar a la luz pública las circunstancias que condujeron a estos problemas y denunciar el terrible historial de seguridad de la industria nuclear".

La organización ecologista recuerda que Areva es propiedad del Estado francés y asegura que, junto con la eléctrica EDF, juega un papel clave en los planes del presidente Nicolas Sarkozy para "expandir la energía nuclear por todo el mundo".