El dinero, que provine de las distintas aportaciones que realizan las secciones nacionales de Greenpeace, se utilizará para financiar la flota de la organización y pagar a los empleados que trabajan en el secretariado y en la coordinación internacional de las campañas.

Otra parte de esta cantidad se enviará a las oficinas de Greenpeace que no son autosuficientes, como las de Japón, Hispanoamérica, Rusia o Túnez, que no podrían funcionar sin estas ayudas.

El presuuesto de Greenpeace-España para el próximo año es de unos 400 millones de pesetas, de los que 40 ó 50 se enviarán a Greenpeace Internacional, según explicó a Servimedia Xavier Pastor, director ejecutivo de organización ecologista en nuestro país.

El tema presupuestario fue uno de los puntos abordados en la reunión del Consejo Internacional de Greenpeace, concluida ayer, y en la que los participantes acordaron fomentar el carácter internacionalista de la organización y dar apoyo a las reformas implantaas por el nuevo director ejecutivo internacional, el alemán Thilo Bode.

Otro compromiso alcanzado fue el de destinar fondos para la apertura de una oficina de Greenpeace en Hong Kong, con el fin de afrontar los problemas medioambientales y de armamento nuclear en China y su región.