Los activistas de Greenpeace engancharon dos arpones en la red del pesquero, colocando sus lanchas sobre ella mientras el barco se daba a la fuga.

Los ecologistas han intentado alertar a Capitanía Marítima y al Servico de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, pero no han podido contactar con estos servicios porque no entraban en funcionamiento hasta las nueve y las ocho de la mañana, respectivamente.

Tampoco la Consejería de Agricultura y Pesca y de la Generalitat valenciana atendió la denuncia, según informó la organización ecologista.

Según Greepeace, el arrastre en fondos ilegales, a menos de 50 metros de profundidad, es un hecho habitual en el litoral valenciano, en concreto en el áre de Santa Pola, Calpe, Altea y Villajoyosa.