GREENPEACE EXIGE AL GOBIERNO QUE ELABORE UN PLAN DE CIERRE DE LAS CENTRALES NUCLEARES
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La organización ecologista internacional Greenpeace ha pedido al Gobierno, coincidiendo con el segundoaniversario del accidente ocurrido en Vandellós I (Tarragona), que elabore un plan para acabar con la energía nuclear en España, que contemple el cierre urgente de las centrales en funcionamiento, comenzando por las de Zorita (Guadalajara) y Santa María de Garoña (Burgos), las dos más antiguas.
Los conservacionistas insistieron en que el nuevo Plan Energético Nacional (PEN) "sigue apostando por este tipo de energía, a pesar de su terrible coste social y medioambiental, sobradamente probado por accidenes como los de Harrisburg, en Estados Unidos, o Chernobil, en la Unión Soviética".
Asimismo, recordaron que el incidente que sufrió la planta de Vandellós I el 19 de octubre de 1989 y que causó su cierre, "estuvo a punto de convertirse en otra catástrofe nuclear de enormes consecuencias, ya que faltó muy poco para que se liberasen automáticamente a la atmósfera las 200 toneladas de dióxido de carbono y otros gases radioactivos que estaban contenidos en el reactor".
Carlos Bravo, portavoz de Greeneace, criticó al Ejecutivo por no promover el ahorro energético, descuidar el desarrollo de las energías renovables y potenciar la nuclear.
Según la organización ecologista, las encuestas demuestran que la población rechaza mayoritariamente este recurso y afirman que el 63 por ciento de los españoles es partidario del cierre de las centrales, por considerarlas inseguras, mientras que más de un 70 por ciento cree que son altamente peligrosas.
Greenpeace mantiene que la encuesta realizada por el Cetro de Investigaciones Sociológicas a encargo del Consejo de Seguridad Nuclear indica que de cada 100 personas, 88 están a favor de potenciar la energía solar y sólo 22 desean que se desarrolle la nuclear.
Sin embargo, señalaron que el PEN sólo invierte, en concepto de Investigación y Desarrollo, 295 millones de pesetas al año en energía solar fotovoltaica (durante el periodo 1991-2000).
"Esta cantidad", agregaron, "es completamente ridícula comparada con los 6.404 millones de pesetas anuales quese piensa dedicar a la Investigación y Desarrollo nuclear o con los 24.387 que durante 1991 se gastarán exclusivamente en la gestión de los residuos radiactivos".
Para Carlos Bravo, "la continuación de la moratoria nuclear es un paso lógico y necesario, pero no suficiente. Urge acabar con esta energía, renunciando a la importación de la misma, desmantelando las centrales actualmente en moratoria y estableciendo un plan de cierre de las que funcionan".
Para poder acometer este plan, Greenpeace proone fomentar el ahorro y la eficiencia energética y de las energía renovables, siguiendo las pautas que marcan los estudios técnicos que existen al respecto.
(SERVIMEDIA)
18 Oct 1991
GJA