GREENPEACE EXIGE EL CIERRE INMEDIATO DE VANDELLOS-II (TARRAGONA), ANTE EL RIESGO DE UN ACCIDENTE NUCLEAR CAUSADO POR LAS GRIETAS
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Miembros de la organización ecologista Greenpeace desambarcaron esta mañana desde el buque "Rainbow Warrior" en la central nuclear Vandellós-II (Tarragona) para pedir el "cierre urgente de la central, ante el riesgo de que prvoque un accidente con fusión de núcleo".
El responsable de la campaña antinuclear de Greenpeace, Carlos Bravo, entregó una carta al director de la central pidiendo el cierre de la instalación, acompañada de una copia del informe "Grietas en las centrales nucleares: la seguridad de la energía nuclear, en quiebra".
Según un comunicado de la asociación ecologista, la dirección de Vandellós-II permitió el acceso de Carlos Bravo para que entregara los documentos, aunque "los responsables de la centra se negaron a mantener un diálogo abierto ante la opinión pública".
Hasta el momento, y debido a la falta de conversaciones entre ambas partes, los miembros de Greenpeace han interrumpido temporalmente su acción de protesta y regresaron a la embarcación "Rainbow Warrior", que continúa fondeada frente a la central nuclear.
Según los ecologistas, Greenpeace hizo público un informe, realizado por técnicos independientes expertos en energía nuclear, que alertaba que las centrales de Ascó I y II y Vanellós-II corren el riesgo de sufrir un accidente a causa de un fallo de diseño que posibilita la aparición de grietas en partes vitales de la vasija que contiene el núcleo del reactor.
Desde que se denunció la existencia de este problema, Greenpeace ha pedido de forma continuada al Consejo de Seguridad Nuclear que "acometa inmediatamente un profundo programa de inspecciones que incluya todos los reactores potencialemnte afectados".
El responsable de la campaña antinuclear de Greenpeace afirmó que"la experiencia demuestra que no basta con realizar inspecciones parciales, como la realizada en Ascó-I, sino que deben afectar a todas las centrales con riesgo de penetraciones en la tapa de la vasija del reactor nuclear, incluida Vandellós-II".
Carlos Bravo subrayó que "es inadmisible que el Consejo de Seguridad Nuclear no incluya en sus inspecciones la central nuclear de Vandellós-II alegando que su reactor está en funcionamiento desde hace menos tiempo que los del resto de las centrales".
"ElConsejo de Seguridad Nuclear no puede seguir jugando con la seguridad de los ciudadanos mientras permite que sigan en funcionamiento unos reactores que quizá ya hayan desarrollado estas peligrosas grietas", concluyó Bravo.
(SERVIMEDIA)
19 Ago 1993
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