En un comunicado, Greenpeace repasa las principales actuaciones que a su juicio deben emprender los gobiernos ante la crisis sin precedentes que viven los océanos, entre las que destacan la recuperación los caladeros y acabar con las artes de pesca destructivas.

Otras propuestas se centran en proteger las profundidades marinas y declarar una red internacional de reservas marinas, detener la caza de ballenas, reducir de forma significativa el tamaño de las flotas industriales, proteger los derechos y medios de vida de los pescadores artesanales y declarar una red global de áreas marinas protegidas.

También reclama un Plan de Acción Internacional de la FAO contra la pesca ilegal, luchar contra los efectos del cambio climático, acabar con la contaminación marina, establecer una moratoria sobre la pesca en zonas de alta biodiversidad de aguas profundas y garantizar la responsabilidad ilimitada para las actividades industriales que causen daños al medio marino.