La organización cree que la compañía buscaba debilitar la campaña de oposición de Greenpeace a la energía nuclear. Según datos de la ONG, han sido inculpados tres trabajadores de EDF, entre ellos dos altos responsables de la compañía.

Pierre Fran‡ois, segundo máximo responsable de seguridad de EDF, habría contratado a una compañía de inteligencia informática denominada Kargus Consultants para vigilar las actividades de Yannick Jadot, anterior director de programas de Greenpeace Francia.

Junto a Pierre Fran‡ois, también han sido inculpados Thierry Lorho (director de Kargus) y Alain Quiros, el "hacker" encargado de conseguir la información de Greenpeace.

Greenpeace condena "enérgicamente" el "espionaje" de EDF y lo considera un "síntoma" de que "la industria nuclear no casa bien con la democracia".