El "Rainbow Warrior" se presentó por sorpresa en el Estrecho de Gibraltar y retiró del agua parte de una red ilegal que pertenecía al pesquero andaluz "Costa de la Luz", y que según la organización era de cuatro kilómetros de longitud.

Según Greenpeace, la respuesta del pesquero fue la de atacar con "todo tipo de proyectiles" a los tripulantes del "Rainbow Warrior" y de sus lanchas neumáticas, mientras que el buque "Los Patos" intentaba alcanzarlas y otros ocho pesqueros se dirigieron "a toda velocidd hacia en "Rainbow Warrior" con intención de abordarlo".

El enfrentamiento, en el que Greenpeace asegura que estaba en minoría al ser 20 los tripulantes del "Rainbow Warrior" frente a 50 de los barcos pesqueros, se produjo entre "el griterío y los insultos de los pescadores". El buque de Greenpeace pudo abandonar la zona sin sufrir daños y llevándose parte de la red ilegal del "Costa de la Luz".

Greenpeace denunció hoy que, a pesar de que la normativa comunitaria prohíbe las volantas de más de 25 kilómetros de longitud, el "Costa de la Luz" tenía calados como mínimo cuatro kilómetros de red, el pesquero "Los Patos", otros cinco kilómetros y el "Siempre Ama Begoña" utlizaba un arte de más de cuatro kilómteros.

La organización ecologista, que asegura que desde hace cinco años una flota de volanteros españoles viola las leyes de pesca en el Estrecho de Gibraltar, considera que esta situación "resta credibilidad y autoridad moral a la posición española en la "guerra del bonito" y en el Consejo d Ministros de Pesca de la Unión Europea, que se celebrará el próximo mes".

El "Rainbow Warrior" se dirigió de incógnito hacia la zona del estrecho, tras ser reemplazado en el Golfo de Vizcaya por el buque "Solo", también de la organización ecologista, en la vigilancia a los pesqueros franceses, irlandeses e ingleses para que no empleen redes de pesca ilegales.