En un informe elaborado por la organización bajo el título "La desaparición de los bosques españoles. El desierto avanza", presentado durante la rueda de prensa, Greenpeace denuncia también la responsabilidad de la industria papelera en la destrucción de los bosques autóctonos.

"Al enorme impacto de los vertidos de la industria papelera en el medio mrino, hay que añadir la relación de este sector con la alteración de la cubierta vegetal, a través de la introducción artificial de especies como el eucalipto" declaró Mario Rodríguez, portavoz de la organización.

Greenpeace apuntó que de acuerdo con la información proporcionada por el Icona, las especies en crecimiento rápido más utilizadas en los trabajos de repoblación forestal (pino insigne, eucalipto, pino resinero), son las más afectadas por el fuego. Sin duda alguna, el eucalipto fue la especieque se quemó con más intensidad en relación a su superficie en las dos últimas décadas, según esos datos.

El 93 por ciento de las especies empleadas en tareas de repoblación fueron especies de crecimiento rápido, inapropiadas en la mayoría de las ocasiones.

Desde 1978, las superficies quemadas son superiores a las repobladas. Las talas de madera a escala industrial se han cuadriplicado en los últimos 40 años.

La superficie arbolada ha aumentado ligeramente como consecuencia de la proliferacón de plantaciones forestales con especies de crecimiento rápido. Sin embargo, los bosques ven reducida su extensión día a día.

IMPLICAR A LAS ADMINISTRACIONES

"Estamos hablando de un problema de gran transcendencia y las distintas administraciones deberán emplear los recursos humanos y económicos necesarios para su neutralización y corrección", manifestó el portavoz de Greenpeace.

Rodriguez añadió que "en definitiva, se trata de evitar en el futuro la desaparición del bosque, fuente natural d recursos renovables; de establecer un equilibrio entre generación de riqueza y la conservación de la diversidad biológica de los ecosistemas que la generan".

La soluciones aportadas en el informe pasan por: el desarrollo de un política forestal global de recuperación de bosques autóctonos; eliminar las plantaciones de crecimiento rápido y gestionar mejor las ya existentes y establecer un modelo de desarrollo forestal racional compatible con la conservación del bosque.

A juicio de los ecologistas la gestión de los montes de propiedad privada debe estar regulada de modo que se garantice su conservación y el gobierno debe tomar medidas que eviten la expansión del fuego con fines especulativos como puede ser la expropiación de la madera quemada y la prohibición de la recalificación de terrenos incendiados en un periodo superior a los 50 años.