El Gobierno español ha enviado al menos 144 toneladas de combustible irradiado de centrales españolas para su reprocesamiento en la nueva nave de Thorp, declaron las mismas fuentes.

"Greenpeace" exigió al Gobierno de Madrid que cancele el contrato de envios de material radiactivo al Reino nido y se oponga en los foros internacionales a la apertura de la instalación.

Para los ecologistas, de entrar en funcionamiento, la nave provocaría un nivel de descargas radiactivas líquidas en el Atlántico Nordeste nueve veces mayor que el actual, al tiempo que las emisiones gaseosas se multiplicarían pos once.

"Greenpeace" recordó el incremento en los últimos meses del número de casos de cáncer y leucemia infantil detectados en Sellafield, al tiempo que insistió en que los vertidos de la nuevaplanta afectarán a los caladeros tradicionales de la zona, donde faenan barcos españoles.