La prohibición se debe decidir en la III Reunión del Convenio de Basilea, que se celebra en Ginebra (Suiza), y se formalizará si se aprueba la enmienda a la decisión adoptada en marzo de 1994, cuando 65 países del convenio acordaron prohibir la exportación de este tipo de residuos para el año 1998.

Sin embargo, Greenpeace criticó la presión que asegura está ejerciendo la industria productora de residuos y naciones como Estados Unidos, Australia, Canadá y Nueva Zelanda para impedir que se acuerde la prhibición, que también afectaría a la exportación de desechos destinados al reciclaje desde los países de la OCDE a países en vías de desarrollo.

Según Oliva Nuñez, portavoz de Greenpeace, "con la excusa del reciclaje los países industrializados han convertido a las naciones del Tercer Mundo o en vías de desarrollo en un basurero tóxico. Si la enmienda que prohibe totalmente la exportación de estos residuos no prospera, se habrá producido un grave retroceso en la lucha por liberar al Tercer Mundo la baura tóxica de los países industrializados".

Varios activistas de la organización ecologista, disfrazados de residuos, se manifestaron hoy ante el Palacio de las Naciones Unidas en Ginebra.