Los ecologistas aseguran que entre los barcos destacan los grandes congeladores japoneses y otros de empresas coreanas con pabellones de conveniencia, como pueden ser Honduras, Panamá o Sierra Leona, que en muchos casos utilizan técnicas de pesca ilegales.

Sgún Greenpeace, uno de estos barcos, que carecía de bandera y había borrado de su casco todas las referencias a su puerto base, matrícula y compañía a la que pertenece, faenó ayer, domingo, al sur de Mallorca.

Asimismo, la organización internacional asegura haber constatado la presencia de una importante flota compuesta por decenas de buques de nacionalidad francesa, que se dedican a la pesca de ejemplares juveniles de atún rojo.

Esta flota cuenta con la ayuda de una avioneta con base en el aeroperto de Maó, que se encarga de detectar la presencia de los bancos de atún.

Por el contrario, lo ecologistas han confirmado una reducción del número de pesqueros italianos que en años anteriores se dedicaban a pescar con redes de deriva.