GREENPEACE DENUNCIA EL PAPEL DE LA UE EN LA DEFORESTACIÓN Y LA TALA ILEGAL EN BRASIL
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A propósito del Día Forestal Mundial, que se celebra mañana, 21 de marzo, Greenpeace ha denunciado que el mercado de madera tropical incentiva la deforestación en la Amazonia, así como los vínculos del sector transformador de madera en la Unión Europea con la deforestación y la tala ilegal en Brasil. Para Miguel Ángel Soto, responsable de la Campaña de Bosques de Greenpeace, "la demanda de madera tropical como jatobá, ipé, sucupira o massaranduba está alimentando la destrucción de la Amazonia, contribuyendo a la pérdida de biodiversidad y al incremento del cambio climático".
En una nota de prensa, esta ONG señala que la deforestación tropical provoca alrededor de una quinta parte de las emisiones de gases de efecto invernadero totales, una cantidad mayor que las producidas por el sector mundial de transporte.
Aunque los bosques tropicales cubren sólo el 7% de la superficie terrestre, almacenan enormes cantidades de carbono, lo que les convierte en "un colchón contra el cambio climático", explica Greenpeace.
En su informe, "Un futuro para los bosques", publicado recientemente, Greenpeace documenta la entrada de madera ilegal amazónica en Europa.
El Gobierno federal brasileño estima que más del 90 por ciento de la madera procedente de la Amazonia se extrae de una manera no sostenible. Se sospecha también que entre el 63 y el 80 por ciento de la madera procedente de la Amazonia es de tala ilegal.
En este informe, Greenpeace denuncia que seis compañías madereras que operan en la Amazonia han sido multadas en numerosas ocasiones, tienen planes de gestión forestal cancelados, están acusadas de hechos ilegales relacionadas con el sector maderero, el robo de tierras y la tala en tierras públicas, así como de tramitación de madera ilegal procedente de la deforestación.
MERCADO ESPAÑOL
Asimismo, Greenpeace explica que esas seis empresas vinculadas con la tala ilegal son "habituales proveedoras de madera tropical al mercado español" y están asentadas en el estado brasileño de Pará, de donde procede más del 86% de la madera tropical importada por el sector español de la madera.
A juicio de Greenpeace, "como importador de casi la mitad de la madera procedente de la Amazonia brasileña, la Unión Europea tiene una responsabilidad especial".
"Para poder detener la devastación del Amazonas, la UE debe adoptar una legislación que garantice que toda la madera que entre en su mercado proceda de fuentes legales y de bosques controlados", afirma esta ONG. "Dicha legislación contribuiría a frenar la deforestación y a garantizar un uso sostenible y justo de los recursos forestales en el mundo".
(SERVIMEDIA)
20 Mar 2008
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