En una nota de prensa, los ecologistas señalan que los análisis sobre las muestras de agua marina tomadas en la playa de Carchuna, en Motril, han evidenciado que la cantidad de plomo presente triplica los valores considerados como normales. Mientras que los valores máximos admisibles son de 10 microgramos/litro, en estos áridos la cantidad de plomo es de 36 microgramos/litro.

El proyecto de regeneración que comenzó el día 20, consiste en la deposición de arena en la playa, que no está siendo lavada y cribada. Este hecho resulta especialmente grave, ya que los áridos provienen de una zona minera y el agua probablemente haya sufrido filtraciones, según Greenpeace.

Como resultado, se está produciendo un gran enfangamiento del agua de mar, lo que tendrá consecuencias irreversibles para el equilibrio biológico de la flora y la fauna marina. Asimismo, la repercusión sobre la pesca de bajura, que actualmene se encuentra en paro biológico para permitir la recuperación de las poblaciones pesqueras, será muy grave, añaden los ecologistas.

Finalmente, Greenpeace indica que está a la espera de conocer los resultados de análisis para detectar otros metales pesados como cobre, zinc, arsénico, todos ellos con graves efectos sobre la salud humana.