GREENPEACE DENUNCIA INTERESES ECONOMICOS DETRAS DE LOS INCENDIOS REGISTRADOS E ASTURIAS
- La organización ecologista teme que se repita un verano marcado por la proliferación de fuegos y reclama una Ley de Incendios
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La organización ecologista Greenpeace denunció hoy que los numerosos incendios forestales declarados durante los últimos días en Asturias y Castilla y León no son fruto de las altas temperaturas y aseguró que detrás de estos siniestros se esconden intereses económicos.
Mario Rodríguez, portavoz de Greenpeace, declaróServimedia que los incendios han sido provocados aprovechando las condiciones meteorológicas favorables para su expansión.
"No podemos demostrar quiénes se dedican a prender fuego en el monte", agregó Rodríguez, "pero sí sabemos a quién benefician estos incendios. Los principales perjudicados son los propietarios y la sociedad en general y las más beneficiadas las empresas papeleras".
Los análisis de Greenpeace sobre la evolución de los incendios en los últimos años y las oscilaciones en el preco de la madera revelan que los períodos en los que proliferan los incendios y el número de hectáreas de monte arrasadas coinciden con una bajada generalizada del precio de la madera.
La organización mantiene que esta circunstancia sería una de las causas que hacen que a años en los que el fuego provoca daños limitados sucedan períodos en los que las cifras de héctareas quemadas se disparan. Esto ocurrió por última vez en 1993 y 1994, cuando se pasó de unas 90.000 hectáreas quemadas a casi medio millón y Greenpeace teme que se repita este año después de que en 1996 las llamas provocaran pérdidas muy inferiores a las de años anteriores.
Según Rodríguez, la madera quemada se utiliza para aglomerados y la fabricación de papel y entra en el mercado a precios mucho más reducidos que los que imperan en el resto de materia prima, lo cual provoca como efecto una bajada importante y generalizada de precios.
LEY DE INCENDIOS
Para acabar con una situación que los ecologistas califican de especulativa, a organización propone promulgar una Ley de Incendios que regule los precios de la madera quemada o incluir este aspecto en la nueva Ley de Montes que prepara el Ministerio de Medio Ambiente.
En febrero de 1995 el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación aprobó una normativa que regulaba los precios de la madera quemada, pero sólo afectaba a las coníferas, no a los eucaliptos, una especie ampliamente utilizada por el sector papelero, por lo que los ecologistas consideran que el citado decreto crece de eficacia.
Marío Rodríguez señaló que haciendo "más transparente" el mercado se conseguiría un considerable avance en la lucha contra los incendios, aunque aclaró que las actuaciones no deben ceñirse exclusivamente a este aspecto.
El portavoz de Greenpeace se mostró partidario de ampliar los sistemas de vigilancia, utilizar modalidades de contratación estables para los trabajadores empleados en tareas de extinción y prevención, actuar sobre las negligencias y utilizar especies autóctonas pco vulnerables al fuego en las repoblaciones.
(SERVIMEDIA)
06 Mar 1997
GJA