Como consecuencia de ello, Greenpeace exige la devolución de las dos lanchas de la organización retenidas desde entonces en Gibraltar, así como el archivo de la causa que se sigue contra sus activistas y dos periodistas.

Los hechos se remontan al pasado 20 de enero cuando miembros de Greenpeace protagonizaron una protesta contra la presencia del buque monocasco de bandera de convniencia maltesa "Vemamagna". Ese día se produjo la persecución y el arresto de los activistas y periodistas y aún hoy dicho buque sigue fondeado frente a Gibraltar.

"Es lamentable que se persiga a los que defienden el medio ambiente, mientras el Vemamagna continúa en aguas de la bahía, poniéndola en serio riesgo de marea negra. Pero lo que de ninguna manera puede aceptarse es que, además, esa persecución se desarrolle saltándose las mínimas normas internacionales. Por ello, exigimos el inmediato archio de la causa que se sigue contra Greenpeace y la devolución de nuestro material", aseveró Juan López de Uralde, director ejecutivo de Greenpeace en España.

Greenpeace ha encargado un análisis de las implicaciones de la detención y el proceso posterior contra sus activistas y periodistas en relación con la legislación internacional. Dicho análisis concluye que las autoridades de Gibraltar han incumplido al menos en cuatro ocasiones la legislación marítima internacional.

En concreto señala que el rresto de las lanchas "fue ilegal", se incumplió el derecho "de paso inocente" de embarcaciones, hubo "violencia" en la detención y no se ha impuesto ninguna fianza para que Greenpeace pueda recuperar sus embarcaciones.