Greenpeace aseguró en un comunicado que uno de los peligros de estos alimentos es que se han hecho resistentes a herbicidas tóxicos para el sr humano, como el glufosinato, que en grandes dosis puede ser mortal, ya que provoca malformaciones en las células de mamíferos y es neurotóxico.

Algunos productos, además, contienen genes de resistencia que podrían neutralizar antibióticos como la canamicina, con la que pueden tratarse ciertas enfermedades cuando la penicilina u otras drogas menos tóxicas son ineficaces.

Para los ecologistas, el uso de este tipo de genes es injustificable, pues existen técnicas alternativas que evitan su utilizaión o su presencia en el producto final.

Ricardo Aguilar, portavoz de Greenpeace, afirmó que "es escandaloso que se ponga en peligro la salud de millones de personas por la desidia de un puñado de empresarios sin escrúpulos".

"A las multinacionales no les importa en absoluto nuestra salud, pero lo más desconcertante es que los gobiernos no hagan ni el más mínimo esfuerzo para proteger a sus ciudadanos", agregó Aguilar.