En un comunicado de prensa, la organización ecoogista asegura que son varios los casos de infraestructuras que, pese a contar con una Declaración de Impacto Ambiental negativa, han seguido adelante por el "empecinamiento del Ministerio de Fomento".

Entre los casos más representativos, la organizacioón cita la autopista Avila-El Espinar-Azálvaro y el tren de Alta Velocidad a su paso por el Ebro, en Zaragoza.

Asimismo, Greenpeace mantiene que en el caso de la autopista A-9, en el tramo Rande-Puxeiros, las discrepancias que asegura han existido ntre la directora general de Calidad y Evaluación Ambiental, Dolores Carrillo, y el director General de Carreteras, Juan Francisco Lazcano, se han decantado finalmente a favor de las tésis de Lazcano, que, según los ecologistas, pretendía incumplir las medidas correctoras que impone la Declaración de Impacto Ambiental.

Miguel Angel Soto, portavoz de Greenpeace, ha declarado que "la expereriencia nos está demostrando que la evaluación de impacto ambiental ha sido pervertida por los promotores de grande obras e infraestructuras como embalses, regadíos y autopistas, hasta degradarlas al nivel de gran mentira. La mayoría de los estudios son un mero trámite y la decisión está tomada de antemano".