Greenpeace, tras conocer la ruta definitva del barco, pidió al Gobierno español que, "como mínimo", impida que el carguero nuclear navegue por las aguas jurisdiccionales españolas.

Carlos Bravo, portavoz de la organización ecologista, señaló que "el Gobierno debe explicar qué medidas piensa tomar o ha tomado para impedir la entrada del buque nuclear en aguas españolas. No actuar en contra del paso de este barco por nuestras aguas, supone estar de acuerdo con una industria nuclear que pone en riesgo la salud pública y el medio ambiente de toos los ciudadanos con sus peligrosos transportes".

Según esta organización, la Dirección General de Marina Mercante no ha excluido que el carguero penetre en la Zona Económica Exclusiva de España y tampoco ha previsto ninguna labor de vigilancia oficial para impedir que el buque navegue por aguas españolas.

Para Greenpeace, esta actitud implica una connivencia con los gobiernos francés y japonés para facilitar el transporte de la carga radiactiva "a pesar de su peligrosidad".

Los ecologistasafirman que en 1995, el "Pacific Pintail", de la misma compañía que el "Pacific Teal", pasó a 95 millas de las costas gallegas cuando transportaba otro cargamento de residuos radiactivos a Japón.