El redero italiano atracó en el puerto de Andratx (Mallorca) los días 10 y 11 de agosto, donde la Guardia Civil indicó al patrón de la embarcación que abandonara el puerto español y le aconsejó no volver a atracar en ningún puerto del país.

La Dirección General de Pesca de la Consellería de Agricultura Y Pesca del Gobierno Balear llevó a cabo, con la colaboración e la Guardia Civil, una inspección a bordo del Aureliano IM 779. Las redes que se encontraban a bordo no parecían superar los 2,5 kilómetros permitidos por la normativa comunitaria.

Sin embargo, según fuentes de Greenpeace, muchos pescadores españoles han denunciado a la organización ecologista que los rederos italianos pasan redes ilegales y pescado a otro buque que permanece en alta mar, donde no hay vigilancia antes de entrar en puerto.

Así, pescadores mallorquines comunicaron a Greenpeace queen Camp de Mar (ensenada al suroeste de Mallorca), los rederos italianos fondean a veces y que probablemente desembarcan allí sus capturas. Los pesqueros eligen Camp de Mar porque allí tienen menos posibilidades de ser sorprendidos por las autoridades.

Greenpeace considera que "estos acontecimientos demuestran una vez más el carácter urgente de las medidas que deben tomar las administraciones españolas para evitar la pesca ilegal y la comercialización de pescado con sistemas despilfarradores y destrucivos del medio marino".

El conjunto de la flota redera italiana en el Mediterráneo está compuesto por más de 600 barcos que llegan a calar más de 7.000 kilómetros de red cada noche, lo que representa una distancia dos veces la longitud de mar Mediterráneo, según la organización.