Según Greenpeace, la pesca ilegal de bacalao de profundidad, también conocido en los mercados como róbalo de profundidad, es una de las mayores amenazas a las que se enfrenta el delicado ecoistema antártico.

El Gobierno español, presente en la reunión de este organismo pesquero internacional, ha presentado la resolución más positiva a este respecto, en la que propone la creación de una lista de países de "banderas de conveniencia" sobre cuyos barcos se ejercerá un control portuario mucho más férreo, así como sobre los ciudadanos que se vean envueltos en estas actividades ilegales.

A juicio de la organización ecologista, esta resolución es un paso muy positivo de cara a la próxima Prsidencia española de la Unión Europea. Greenpeace confía en que durante el próximo semestre, el Gobierno español comience a aplicar con mayor rigor todos aquellos aspectos relacionados con la pesca ilegal presentes en la legislación española que imposibiliten todas las activiades de pesca ilegal relacionadas con España.

Así, proponen el cierre de los puertos a los barcos con bandera de conveniencia, el cierre de los mercados a sus capturas y la persecución de aquellos armadores españoles propietarios e estos barcos piratas.

Por último, Greenpeace hace un llamamiento a la Convención para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos para que acuerde una moratoria sobre la pesca del bacalao de profundidad y una prohibición sobre su comercio hasta que los barcos piratas se encuentren bajo control y se creen normas sobre el comercio y mecanismos de refuerzo que prevengan las actividades de pesca ilegal.