El buque ecologista "MV Greenpeace" ha incautado durante losúltimos días a estos barcos 7,5 kilómetros de redes de deriva y asegura haber detectado a unas 20 millas al sur de Cerdeña un barco, el "Cristina 1ME 1062", que tenía calada una red ilegal de 12 kilómetros de longitud". Este pesquero fue apresado en 1994 en aguas del Parque Nacional de Cabrera, al sur de las Baleares, y sus redes le fueron decomisadas.

Según Assumpta Gual, portavoz de la organización ecologista, "el Gobierno español debería, ahora más que nunca, actuar con firmeza contra las redes de eriva. Algunas especies están en peligro a causa de este sistema de pesca. En el Atlántico, podrían repetirse los graves enfrentamientos del año pasado. Además, las flotas españolas están en desventaja por utilizar sistemas de pesca más selectivos".

Greenpeace ha remitido un escrito a la comisaria de Pesca, Emma Bonino, en el que denuncia que más de 600 embarcaciones italianas siguen operando "ilegal e impunemente" en el Mediterráneo.