Pastor dijo que el proyecto es una "vergüenza" y supone una de las amenazas más serias que sufre el Parque Nacional de Doñana, por lo que volvió a exigir su paralización.

El responsable de Greenpeace, que se desplazó a La Rábida (Huelva), reclamó además al Gobierno regional una política "más progresista" que evite un mayor deterioro de la reserva ecológica, d la que precisó que "aun no encontrándose en la UVI, no goza de buena salud".

"Doñana lo que necesita son ayudas y no que se la siga estrangulando. Ya está bien de tantas agresiones, la importancia del parque es tal que nos parece que la Junta debería evitar cualquier nueva agresión frente a las barbaridades que ya lo rodean o las que se han proyectado", dijo Pastor.

El director ejecutivo de la organización ecologista resaltó que además de este complejo turístico, otra de las serias amenazas que adece la reserva es la pretendida esclusa en la desembocadura del río Guadalquivir.