A las 7,30 de la mañana, los 30 activistas llegaron a la refinería y 4 de ellos bloquearon la puerta de acceso con una parcarta donde se leía "STOP CO2". Los demás entraron en la zona donde los camiones cargan el combustible y un grupo se encadenó a las isletas de carga para impedir que los camiones pudieran cargar combustible.

Vario activistas se encaramaron al edificio donde están las torres de refrigeración y allí desplegaron dos pancartas, una que decía "PELIGRO: CAMBIO CLIMATICO", y otra, en castellano y en euskera, con el lema "STOP CO2. NO MAS CENTRALES TERMICAS", de la que cuelgan dos escaladores.

El objetivo de Greenpeace con esta acción es exigir la cancelación del proyecto de central térmica que Repsol e Iberdrola tienen previsto instalar en esta refinería, que, según los ecologistas, emitirá más CO2 que las 40 proyectdas en España. La intención es mantener esta acción de protesta hasta el próximo lunes, día en que da comienzo la Cumbre del Clima de La Haya.

José Luis García Ortega, responsable de la campaña de Cambio Climático y Energía de Greenpeace, declaró a Servimedia que "tanto el Gobierno central como el Gobierno vasco están dando vía libre a la puesta en marcha de este proyecto, lo cual hace imposible cualquier cumplimiento que se quiera hacer del Protocolo de Kioto para el cambio climático".

"Lo que ns tememos que pueda ocurrir en la cumbre de La Haya es que haya un intento por parte de los mayores responsables de la contaminación, los gobiernos, de flexibilizar el Protocolo de Kioto para dar vía libre a que las emisiones de CO2 puedan aumentar, en vez de reducirse", dijo García.

"Se está haciendo un juego para intentar legalizar la puesta en marcha de estos proyectos, de centrales térmicas, que son la principal fuente de emisión de CO2, y eso es lo que creemos que no debe permitirse de ninguna maera", concluyó.