Greenpeace insta a la compañía a paralizar los trámites de autorización para la planta de Carboneas como gestora de residuos y la eliminación de esta práctica en plantas que ya tienen autorización, como las de Gádor (Almería), Jerez de la Frontera (Cádiz), Lorca (Murcia) y Torredonjimeno (Jaén).

Según Greenpeace, la sustitución de residuos resulta beneficiosa para el sector cementero, ya que se ahorra dinero en combustible y recibe ingresos como planta gestora de residuos.

"También es beneficiosa para los gobiernos que ante una generación creciente de residuos necesitan que se oculte el probema de la forma más rápida y más fácil, pero nefasta para la salud de la ciudadanía y el medio ambiente", afirmó la organización.

Uno de los principales problemas de la quema de residuos en cementeras es la emisión de metales pesados y de "productos de combustión incompleta", que incluyen dioxinas, furanos y una larga lista de compuestos orgánicos.