GREENPEACE ASEGURA QUE GOBIERNOS Y MULTINACIONALES CONVERTIRAN LA "CUBRE" DE BRASIL EN UN "CARNAVAL VERDE"
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La organización internacional Greenpeace acusó hoy a gobiernos, multinacionales y al Banco Mundial de intentar convertir la Conferencia Mundial sobre Medio Ambiente que se celebrará el próximo mes de junio en Río de Janeiro (Brasil) en un "carnaval verde".
A juicio de María Luisa Toribio, de Greenpeace-España, "todo parece indicar que la 'cumbre' de Brasil se va a convertir en un estrepitoso fracaso".
Toribio señaló hoy en reda de prensa que el documento elaborado en la cuarta sesión del comité preparatorio para la conferencia, celebrada entre el 2 de marzo y el 3 de abril pasado en Nueva York, "ha ido rebajando sus contenidos y es fruto de la necesidad de sacar un texto, puesto que llegó un momento en que cualquier texto era válido".
Según Greenpeace, tanto la Carta de la Tierra, que es una declaración de principios básicos, como la Agenda 21, que contiene un plan de actuaciones concretas, han quedado "fragmentadas" y sponen un regresión con respecto a la Declaración de Estocolmo de 1972.
La Carta de la Tierra no prohíbe las pruebas nucleares y la Agenda 21 no incluye un plan urgente para salvar las selvas y bosques tropicales, no impide los vertidos radiactivos al mar y no regula la industria de la biotecnología.
Para la organización conservacionista, la transferencia de tecnología del norte al sur y el este puede ser uno de los principales causantes del posible fracaso, ya que insisten en que los países indusrializados no están dispuestos a dotar de industrias no contaminantes a los más pobres.
Además, acusa al Banco Mundial y las empresas multinacionales de intentar "enviar al sur las tecnologías prohibidas en el norte y los residuos tóxicos de los que cada vez les es más difícil deshacerse".
Por ello, manifestaron su oposición a que el Banco Mundial gestione y controle los fondos económicos que se generen para financiar los acuerdos que los distintos estados alcancen en Río de Janeiro.
"Las mutinacionales", agregaron, "son responsables de muchos de los peores problemas ecológicos mundiales, ya que controlan la producción de sustancias destructoras del ozono, generan más de la mitad de las emisiones industriales de gases invernadero y juegan un papel clave en el comercio con residuos y tecnologías sucias".
POSICION DE ESPAÑA
Respecto a la posición del Gobierno español, Juan López de Uralde, portavoz de Greenpeace, señaló que promueve la entrada en nuestro país de tecnologías contaminantes
López de Uralde acusó a las autoridades españolas de intentar incrementar las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y la producción de clorofluorocarbonos (CFCs).
Sin embargo, los ecologistas consideran que sólo un cambio radical en la posición que los Estados Unidos mantienen respecto a las emisiones de gases invernadero frenará el cambio climático que el planeta puede experimentar durante las próximas décadas.
Según Juan López de Uralde, "si George Bush acude a Río de Janeiro será porque os acuerdos alcanzados son tan mínimos que satisfacen las exigencias de EE.UU.".
Para los ecologistas, la reunión de Brasil supondrá un retroceso con respecto a la celebrada hace veinte años en Suecia en asuntos como el militarismo, los residuos radiactivos o la utilización de la energía nuclear.
Greenpeace cree que sólo en el apartado referido a la agricultura los distintos gobiernos pueden dar algunos "pasos positivos".
Ante esta situación, diversas organizaciones no gubernamentales han fomulado diez propuestas para salvar la conferencia de Río de Janeiro.
Entre estas sugerencias destacan las de reducir las emisiones de CO2, promover la transformación tecnológica, generar recursos económicos para los problemas ambientales, negociar la deuda externa de los estados en vías de desarrollo, regular la actividad de las multinacionales, prohibir la exportación de residuos tóxicos y suprimir las pruebas nucleares.
(SERVIMEDIA)
21 Abr 1992
GJA