El director de la asociación ecologista en España, Xavier Pastor, manifestó que "esperams que las autoridades evalúen las consecuencias que este incendio puede tener sobre el medio ambiente y la salud pública", y añadió que "los riesgos no han acabado con la extinción del incendio, ahora quedan los efectos a medio y largo plazo".

Para Greenpeace las cenizas, aguas de extinción y restos del incendio de ayer pueden contener muchos compuestos tóxicos provenientes de la mezcla de plásticos (PVC y poliestireno). También se pueden haber acumulado monóxido de carbono, gases ácidos, sustancias oganocloradas (dioxinas, PCBs), metales pesados, etcétera.

La organización ecologista advirtió a las autoridades de Mallorca que tengan en cuenta estos riesgos y que eviten la dispersión al medio ambiente de los residuos tóxicos. Además, aconsejó el almacenamiento de estos compuestos tóxicos en depósitos de seguridad.

También, pidieron que las autoridades valoren el riesgo que pueda suponer la contaminación de alimentos, a través del agua que riega los frutales y huertos que rodean Son Reus u otra zonas cercanas al incendio.

Asimismo, pidieron a las autoridades que valoren la posible contaminación con cenizas de zonas de juegos de niños expuestos a los humos.