GREENPEACE ALERTA SOBRE EL "GRAVE DAÑO" QUE EL AGUJERO DE LA CAPA DE OZONO PROVOCA EN PERSONAS, ANIMALES Y PLANTAS
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La organización internacional Greenpeace hizo público hoy un informe en el que alerta sobre los "graves daños" que el agujero en la capa de ozono sobre la Antártida está causado en personas, animales y plantas.
Greenpeace advierte sobre los riesgos reales a que se está sometiendo a la población de ambos hemisferios por la continuada producción y emisión a la atmósfera de CFCs (clorofluorocarbonos) y halones, gases que ya han comenzado a destruir también la capa de ozono existente sobre el hemisferio norte.
La destrucción de la capa de ozono, y en consecuencia el aumento de la radiación ultravioleta (UV-B), afecta al crecimiento y desarrollo de las plantas, entre las qe, según las investigaciones de la organización ecologista, se incluyen varias especies básicas en la alimentación humana, como el tomate, la zanahoria, la remolacha azucarera y diversos tipos de cereales. También muchas especies de árboles madereros se muestran especialmente sensibles a la radiación UV-B.
Más negativos aún pueden ser los efectos de los rayos UV-B sobre los ecosistemas marinos, al afectar especialmente al crecimiento y reproducción de los organismos básicos de la cadena alimenticia, cmo el fitoplancton, el krill y huevos de peces y larvas.
Por este motivo, según Greenpeace, las pesquerías pueden verse gravemente perjudicadas, ya que se estima que una disminución constante del 16 por ciento del ozono se traduciría en la pérdida de diez millones de toneladas de peces al año.
Además, se han descubierto varias enfermedades en animales de granja relacionadas con la exposición a la radiación solar, como cánceres y otras enfermedades de la piel en el ganado, caballos y ovejas.
os técnicos de la organización conservacionista internacional han recogido en sus imágenes "sorprendentes" casos de impactos sobre animales: en Chile, de un rebaño de 3.000 ovejas, 800 tuvieron que ser sacrificadas por su casi-ceguera.
EFECTOS SOBRE EL HOMBRE
Pero la situación es aún más grave para el ser humano, a juicio de Greenpeace, ya que está más expuesto a las enfermedades de la piel que la mayoría de los animales, al carecer de pelaje protector.
Los efectos de la radiación UV-B sobre lo seres humanos han sido revelados recientemente por el Programa de Medio Ambiente de las Naciones Unidas (PNUMA), según el cual una disminución sostenida del 10 por ciento del ozono supondría un aumento de 300.000 casos de cáncer de piel no-melanoma al año.
El informe del PNUMA se refería a la grave incidencia de la radiación UV-B sobre el sistema inmunológico humano, cuyas defensas frente a enfermedades infecciosas quedarían debilitadas. Al mismo tiempo, se ha descubierto que los UV-B activan diverso tipos de virus, incluido el VIH, causante del SIDA.
La organización ecologista ha presentado las conclusiones de sus investigaciones al Consejo de Ministros de Medio Ambiente de la Comunidad Europea, que permanecerán reunidos en Estoril (Portugal) durante hoy y mañana.
En particular, Greenpeace se ha dirigido al ministro de Obras Públicas y Transportes, José Borrell, que encabeza la delegación española en la reunión de la CE, para que reclame la convocatoria de una reunión de emergencia de los píses firmantes del Protocolo de Montreal.
Según los conservacionistas, a diferencia de otros países, las autoridades españolas no han mostrado aún intención de sumarse a la convocatoria extraordinaria para revisar el protocolo y tampoco han decidido adelantar la fecha para la prohibición total de la fabricación de CFCs en España, a pesar de que al menos dos empresas multinacionales, Atochem y Kali-Chemie, continúan produciendo en nuestro país sustancias que destruyen la capa de ozono.
José Luis Grcía Ortega, responsable de la Campaña de Atmósfera de Greenpeace España, declaró a este respecto que "el Gobierno español parece no tener autoridad sobre las empresas fabricantes de CFCs en nuestro propio territorio".
A su juicio, "el Protocolo de Montreal debe ser revisado con urgencia si no queremos agravar más aún las ya nefastas consecuencias de la destrucción de la capa de ozono".
(SERVIMEDIA)
21 Feb 1992
CAA