Según Greenpeace, el proyecto de Sant Elm es la única instalación nueva prevista en Mallorca por el Plan Director de Instalaciones Náuticas.

El proyecto, según las mismas fuentes, cuenta con la oposición de un importante colectivo de ciudadanos, que han constituido la plataforma "Amics de Sant Elm", formando un frente común junto con Grenpeace y GOB para la defensa ecológica de la zona. Hasta la fecha se han recogido más de 4.000 firmas en contra del puerto deportivo.

El informe de Greenpeace analiza el aumento de la contamianción marina, la destrucción física de los ecosistemas marinos de la zona, el descenso de la productividad pesquera, el aumento de la turbidez del agua y el efecto erosivo sobre las playas de la zona.

Además, la organización ecologista considera que la construcción del puerto deportivo supondría abrir la purta a la destrucción de la costa norte de Mallorca, que hasta el momento ha conseguido mantenerse al margen del negativo impacto que el turismo de masas ha tenido sobre otras zonas de la isla.

Por su parte, el Ayuntamiento de Andratx, favorable a la construcción del puerto deportivo de Sant Elm, asegura que en esta localidad se contempla solamente la creación de una "dársena de 300 amarres cuyo impacto ambiental será muy pequeño".

Sin embargo, Greenpeace discrepa de este planteamiento, ya que el ptimo estado de conservación de los fondos marinos de la zona, su importante productividad pesquera y su gran proximidad al Parque Natural de Sa Dragonera hacen imprescindible a su juicio garantizar la protección de la zona y evitar la degradación que provocaría la construcción de una instalación náutica.