Según señalan los ecologistas, pese a la guerra civil que azota Costa de Marfil, las importaciones españolas de madera tropical desde este país aumentaron un 23% durante el pasado año.

Ante esta situación, Greenpeace denuncia "la complicidad" del mercado español de madera tropical con la destrucción ambiental y el mantenimiento del conflicto armado en el país africano y reclama el fin de las importaciones. "La suspensión de las importaciones de madera desde Costa de Marfil son imprescindibles para atajar las vías de financiación del conflicto en este país, pero también para evitar una mayor degradación social y ambiental", subrayó Miguel Ángel Soto, responsable de la Campaña de Bosques de Greenpeace.

"La obligación del sector importador y transformador de madera", concluye Greenpeace, "es comprar madera únicamente a aquellas empresas madereras que garanticen totalmente la gestión social y ambientalmente sostenible".