Este incidente se sucedió a las reiteradas peticiones de abandonar la sala de Ortega y de otros dos activistas de la banda terrorista implicados en los mismos hechos, que además rechazaron al tribunal.

Laureano Ortega, junto con Rosario Narváez Trnero y Guillermo Vázquez Bautista, están acusados de formar parte de un "comando" que actuaba en el norte de España en 1988 y que en agosto de ese año asaltó dos notarías de Gijón, por lo que el fiscal pide para el cabecilla de los Grapo más de 45 años de cárcel.

En una de esas acciones, según el representante del ministerio público, los tres terroristas se dirigieron a una notaría donde Ortega y Váquez lograron, bajo la amenaza de sus armas, que su titular les librase un talón al portador por import de 2 millones de pesetas.

Cuando Rosario Narváez intentó hacerlo efectivo en una oficina bancaria, un empleado le dijo que el talón tenía defectos formales y que no podía abonarlo, por lo que la terrorista regresó a la notaría, donde volvieron a obligar al notario a confeccionar otro cheque, éste de 200.000 pesetas.

Sin embargo, los 'grapos' no pudieron tampoco cobrarlo porque la entidad bancaria cerró mientras tanto, por lo que regresaron a la notaría con la intención de llevarse todo el dinerodel despacho, lo que tampoco lograron, ya que el contable se había marchado.

En el otro intento de asalto, perpetrado al día siguiente, los terroristas fueron interceptados por funcionarios de polícía, con quienes mantuvieron varios tiroteos, en los que resultaron heridos dos agentes.

Además, el fiscal acusa a los terroristas de intentar asaltar también un establecimiento de materiales de construcción en La Coruña, a cuyo propietario pidieron un talón de 50 millones de pesetas. Sin embargo, no obuvieron el botín al decirles la víctima que carecía de liquidez para hacer efectivo el cheque.