Fuentes oficiales han señalado que los inmigrantes magrebíes son puestos a trabajar en condiciones "inhumanas" en unas250 granjas avícolas ubicadas en la zona oriental de la provincia que limita con Lérida, por lo que ha sido solicitada la colaboración de ese Gobierno Civil, así como la de las delegaciones de Trabajo de las capitales oscense y leridana.

La red tiene bajo su control a cerca de 100 trabajadores que ofrece como mano de obra barata a explotaciones avícolas, aprovechándose de la presencia ilegal de los inmigrantes. Estas granjas son explotadas generalmente en régimen familiar, si bien alguna de ellas tien capacidad para la crianza y engorde de hasta 100.000 pollos.

Según el gobernador civil de Huesca, Vicente Valero, el objetivo de la investigación, con independencia de la legalidad o ilegalidad en la que se encuentren los inmigrantes, es el de acabar con el trato "indigno e inhumano que reciben estos trabajadores, que sufren unas claras condiciones de explotación y de abuso".

Entre las medidas acordadas por los Gobiernos Civiles de Huesca y Lérida se encuentra la de llevar a cabo inspecciones maivas en la totalidad de las granjas situadas en la zona limítrofe entre ambas provincias, así como en los mataderos de aves de la zona.

En su caso, los responsables de estas instalaciones serán sancionados con multas de medio millón de pesetas, por cada uno de aquellos trabajadores que haya sido contratado de forma irregular.

Por otra parte, también se incrementarán los controles en las carreteras para tratar de dar con los vehículos que transportan a estos trabajadores hasta las explotaciones avcolas y que, según se ha podido detectar, ya han variado sus itinerarios desde que comenzó la investigación y se intensificó la presencia de fuerzas del orden.