El acto, que apenas duró cinco minutos, comenzó con la lectura del real decreto del pasado 3 de junio por el que el Consejo de Ministros nombró a Granados como nuevo fiscal general, tiempo durante el que éste permaneció en el exterior del salón.

Posteriormente, el teniente fiscal Francisco Hernández Gil, número dos de la Fiscalía General del Estado, salió del salón de actos para buscar a Granados, a quien apadrinó, y una vez dentro de la sala le impuso las insignias epresentativas de su nuevo cargo.

Además de los presidentes de sala del Tribunal Supremo y de un gran número de magistrados y fiscales de este organismo, en el acto estuvieron presentes el ministro de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch, y el presidente del Alto Tribunal y del Consejo General del Poder Judicial, Pascual Sala.

Asimismo, entre los asistentes se encontraba el anterior fiscal general del Estado, Eligio Hernández, quien eludió hacer declaraciones; el presidente del Tribunal Consitucional, Miguel Rodríguez-Piñero; el vicepresidente del CGPJ, José Luis Manzanares; la defensora del Pueblo en funciones, Margarita Retuerto, y el juez de la Audiencia Nacional Carlos Bueren, entre otras personalidades.

Con anterioridad a la toma de posesión, Granados juró su cargo en el Palacio de la Zarzuela ante el rey don Juan Carlos y el presidente del Gobierno, Felipe González.

En el acto estuvo también presente el ministro de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch, que actuó como notaio mayor del reino, así como la reina doña Sofía.