"No hemos hecho funciones que no se hayan hecho en otros gobiernos", señaló Granados, quien, tras acusar a la oposición de "mentir" y "calumniar lo que no está en los escritos", mostró quince documentos para apoyar su teoría de que las labores de avanzada y contravigilancia ya se realizaban en otras etapas anteriores a la actual.

Explicó que la estructura del área de Seguridad se creó en la etapa de Leguina, cuyo gobierno acordó la compra de pistolas para realizar labores de seguridad y vigilancia, y destacó que el convenio colectivo que se firmó para estos empleados contemplaba la realización de este tipo de tareas.

Señaló que en los gobiernos de Gallardón también se realizaban esas funciones de apoyo a la escolta de altos cargos y mostró diplomas a empleados de seguridad de aquella etapa por sus labores de escolta.

MOTO ROJA

Dirigiéndose al PSM, Granados señaló que "han creído que han encontrado un chollo" con este caso de espionaje a políticos y afirmó que "los parados no se ocultan tras una moto, aunque ésta sea roja".

Afirmó que el PSM "sólo se ha dedicado a insultar, mentir e intentar demostrar lo indemostrable" y dijo que "no han arrancado una sola contradicción en once comparecencias".

Indicó que la "única aportación" de la portavoz socialista, Maru Menéndez, "ha sido llamarme mentiroso compulsivo" y destacó que "para esto, se podía haber quedado en el sindicato". Menéndez, antes de venir al Parlamento regional, pertenecía a la dirección regional de UGT de Madrid.

Negó que en su consejería haya tres estructuras de Seguridad distintas y acusó a la oposición de haber dado nombres y domicilios de empleados de seguridad, además de matriculas de vehículos de trabajo, lo que, a su juicio, es un "comportamiento inaceptable que pone en riesgo la seguridad de la gente".

Sobre los partes de seguimientos, afirmó que no aportan nada y son irrelevantes, ya que incluyen datos "en parte erróneos o falsos y no se corresponden con la agenda de la persona espiada".

CHAPUZA

La portavoz socialista, Maru Menéndez, aseguró que "ha habido espionaje y todo ha sido una chapuza" y dijo que en la Consejería de Presidencia, Justicia e Interior existen tres estructuras distintas en materia de seguridad.

Acusó a Granados de no tener "ningún interés en esclarecer los seguimientos a sus compañeros de partido" y dijo que es necesario que continúen los trabajos de la comisión de investigación.

"Ha habido espionaje a políticos", insistió Menéndez, quien afirmó que el PP cierra la comisión de investigación porque "tiene miedo a que todo se aclare".

La portavoz de IU, Inés Sabanés, acusó a Granados de "prepotencia" y dijo que ha venido a la Asamblea a "cerrar el ciclo de la estrategia" del PP. Tildó a Granados de "provocador y manipulador", dijo que es "un peligro" y señaló que "nos acusan de no demostrar lo que el PP bloquea".

Aseguró que Granados "ha venido a intimidar con sus dossieres y fotos, y a intentar lavar su imagen", pero no ha venido a dar informaciones ajustadas" al objeto de la comisión.

A su juicio, el citado consejero es "más un problema que la solución" y ha comparecido para "impedir que se sepa la verdad".

El portavoz del PP, David Pérez, denunció el "estilo sobreactuado de la oposición por no obtener ni una sola prueba de la supuesta implicación de la Comunidad en los espionajes".

Dijo que los partes "falsos" sobre los seguimientos "han marcado un antes y un después" en los trabajos de investigación, ya que "no se demuestra ninguna de las acusaciones de la oposición".