En 1994, la semana grande granadina comenzará el domingo de Corpus para concluir 8 días más tarde con la tradicional fiesta de la Octava.

El Arzobispo de Granada y las Corporaciones local y provincial asistieron, siguiendo un ceremonial con más de 400 años de antigüedad, a la procesión presidida por una custodia realizada con las joyas del tocador de la reina Isabel la Católica, tras la toma de la ciudad y la finalización de la Reconquista.

La Custodia, cuya procesión fue admirad por miles de ciudadanos durante la casi hora y media que estuvo en la calle, fue portada de nuevo por costaleros de diversas cofradías de Semana Santa recuperando así la tradición iniciada en los años 70.

Con los balcones engalanados con banderas de Granada, España y el Vaticano (por la próxima visita de Su Santidad el Papa a España), la comitiva procesional recorrió las calles del centro de Granada.

Un cortejo cívico compuesto por caballos, los gigantes y cabezudos tradicionales, y la Tarasca (ersonaje de mujer subida en un dragón que anuncia la moda de la temporada) encabezaba la procesión religiosa en la que también participan los tradicionales "seises" que, a diferencia de Sevilla, no bailan delante del Sacramento.

Las calles fueron tomadas por los granadinos desde las 8 de la mañana para poder asistir, en primera fila, a toda la procesión en la que también han desfilado todos los estandartes e insignias reales de la ciudad.

El Estandarte Real fue portado este año, encabezando al ayntamiento pleno, por el concejal de tráfico, Lorenzo Capellán.

A la procesión también asistieron representantes civiles y militares de la provincia y el Presidente y el Fiscal del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, con sede en Granada.