De este modo, 5 millones de cupones llevarán por toda España esta calle, uno de las más emblemáticas de Madrid.

Esta es la segunda ocasión en la que la ONCE dedica un cupón a la Gran Vía madrileña. La primera fue para celebrar los 100 años de esta calle, en 2010.

Las obras de la Gran Vía comenzaron en 1910, cuando el rey Alfonso XIII dio el primer golpe de piqueta para abrir esta nueva conexión este-oeste en la ciudad, y finalizaron en el año 1954. El proyecto tuvo una fuerte resistencia de la opinión pública, ya que se derribaron calles, casas e iglesias.

Cuenta con tres tramos. El primero transcurre entre Alcalá y la Red de San Luis, y llevó el nombre de Conde de Peñalver (el alcalde que inició las obras). El segundo va de la Red de San Luis a la Plaza del Callao y se denominó Pí y Margall, presidente de la I República. El tercero --hasta Plaza de España-- se dedicó a Eduardo Dato, presidente del Gobierno, asesinado en la Puerta de Alcalá. A pesar de estos nombres, la calle ha sido siempre la Gran Vía.

La emblemática avenida fue y es testigo de hechos destacados, pero también de las pequeñas historias de cada día, como la de los vendedores de la ONCE que han llevado y llevan la suerte paseando por esta calle.

Como otras personas con discapacidad, estos se han beneficiado de las distintas reformas realizadas y que les permiten circular por sus aceras casi sin barreras, disfrutando de emblemáticos edificios como el Carrión, el de Telefónica o la Iglesia de Caballero de Gracia.

También pueden acceder a las espectaculares salas de cine y teatro, que un siglo después, han transformado a la Gran vía en el Broadway madrileño, con el estreno de grandes musicales y producciones cinematográficas.