Así lo indicó en el discurso de clausura de la asamblea anual de la patronal que representa a las grandes empresas de distribución como Alcampo, Carrefour o El Corte Inglés.

Merry del Val apuntó que la “tentación populista” de convertir al empresario en “un chivo expiatorio de los males de la economía o en un comodín del que seguir extrayendo recursos es una apuesta de alto riesgo”.

“Vamos por un camino muy peligroso si convertimos España en un país hostil para la inversión y el emprendimiento. Nos puede llevar a un estancamiento secular del PIB, con un reparto menguante de la riqueza”, subrayó.

En este sentido, aseveró que la realidad es que la distribución es “un sector responsable y eficiente”, ya que “las empresas ya llevan meses realizando enormes esfuerzos para contener la escalada de costes que sufre toda la cadena agroalimentaria”. Así, detalló que la variación media del IPC de alimentos en los últimos 12 meses “ha sido del 6,5%, es decir, casi siete décimas inferior al crecimiento del IPC general”.

“Por tanto, la propia dinámica competitiva del sector, como recuerda la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), ya genera incentivos para reducir márgenes y ajustar los precios”, explicó.

Para Merry del Val, un entorno normativo “seguro y estable” es “fundamental para superar los obstáculos”, pero “algunas políticas de las Administraciones están acelerando la espiral de costes”. De esta manera, criticó que las empresas del sector “se han visto afectadas por una treintena de medidas que encarecen sus costes por distintas vías”, entre las que se encuentran “más impuestos y cotizaciones, nuevas obligaciones para el ejercicio de su actividad, importantes requerimientos de inversión para adaptar su negocio a la nueva regulación y altos costes de transacción ocasionados por la complejidad y fragmentación de las normas”.

El líder de la patronal apuntó que, “sin entrar a valorar el fondo o la conveniencia de todas estas medidas”, lo cierto es que “no son neutras, añaden costes muy importantes, que hacen imposible frenar la escalada general de precios impulsada por la energía”.

Asimismo, aseveró que echa en falta “una mayor sensibilidad por parte de los responsables públicos hacia la dura realidad que están viviendo las empresas” y pidió “evitar debates estériles y medidas oportunistas”.

Entre las medidas que solicitó, destacaron un “marco de medidas similares al de los sectores electrointensivos de la Industria que nos permita el acceso a las fuentes de energía en mejores condiciones”, una “profunda revisión de aquellas normas vigentes o previstas que representen “un incremento adicional de los costes”, evitar nuevos impuestos, o “generar incentivos para la modernización de las empresas”.

Por otro lado, agradeció al presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, la participación en la asamblea y le manifestó su “total apoyo en la nueva etapa de diálogo social que comenzará en los próximos días” y que se va a producir “en un entorno de extrema complejidad política, social y económica”.